
PARTE DEL MATERIAL
sustancialmente de la interacción entre las hormonas pancreáticas
glucagón e insulina secretadas por las células α y β, respectivamente;
sus acciones son antagónicas a nivel del metabolismo energético y son
claves para mantener un equilibrio de oferta y demanda, en especial
de la glucosa. El glucagón aumenta sus niveles sanguíneos y la insulina los disminuye al ayudar a ingresar esta molécula al interior de las
células. La insulina tiene como tejidos efectores principales al músculo
estriado, el hígado y el tejido graso, ejerciendo acciones anabolizantes
de almacenamiento de glucosa en forma de glucógeno o utilización
de la misma en la fosforilación oxidativa. El glucagón, por el contrario,
actúa activando principalmente la glucogenólisis y la gluconeogénesis
en asocio con el cortisol, una alteración en la producción de estas dos
hormonas (exceso de glucagón y déficit de insulina) puede generar diabetes mellitus(1)
.
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